lunes, 28 de octubre de 2013



1º BACHILLERATO 1ª EVALUACIÓN
  1. Definición etimológica del termino filosofía. Origen del término. Comente: solo sé que no sé nada.
  2. El paso del mito al logos. Cuándo, dónde y por qué se produce, significado de la expresión.
  3. Factores por las que surgió la filosofía en Grecia.
  4. Rasgos que comparten los mitos.
  5. Las preguntas fundamentales para el ser humano según Kant. Relacionarlas con las partes de la Filosofía.
  6. Relación entre ciencia y filosofía en la Historia.
  7. La sensación. Los sentidos. Tipos de sentidos.
  8. La percepción. Qué piensan al respecto los psicólogos de la Gestalt.
  9. Enumere y explique las funciones del conocimiento intelectual.
  10. Razonamiento inductivo y deductivo. Ejemplos.
  11. Clasificación de las ciencias.
  12. El modelo deductivo de Descartes.
  13. Pruebas de la existencia de Dios según Descartes.
  14. Fases del método experimental y ejemplo.
  15. Situaciones que se pueden dar al contrastar las hipótesis del método experimental.
  16. El problema de la inducción.
  17. La mujer en la Historia de la Filosofía. Representantes.
  18. El problema de la verificación. El falsacionismo de Popper.
  19. Características del conocimiento científico.
  20. Características de la reflexión filosófica.

miércoles, 30 de enero de 2013

MENSAJE EN GLOBO


Mi compañera de departamento, Inma Gutierrez, Coordinadora del Proyecto Escuela, Espacio de Paz, ha organizado hoy una suelta de globos con mensajes de Paz, dejo constancia del acto. 







lunes, 14 de enero de 2013

Mario Benedetti

JUEGO DEL ESCONDITE
 Erase una vez hace mucho tiempo un jardín donde las virtudes y los vicios, los  sentimientos y las cualidades de los hombres se reunían después de sus correrías por la tierra de los humanos. Ese jardín era enorme, no tenía valla o verjas que lo limitaran. En medio de ese jardín había un lago y alrededor de ese lago solían descansar virtudes y vicios en paz y armonía.
Un día especialmente tórrido estaban todas las virtudes y todos los vicios desperdigados por el prado que rodeaba el grandísimo lago. Allí estaban la paz, el amor, la cólera, la traición, la verdad, la esperanza, los celos, la justicia, la humildad, la locura y muchos más, Todas tumbadas y aburridas en el verde prado.
-Estoy Aburrida -dijo la locura- ¿Por qué no jugamos a algo?
Todas las virtudes y todos los vicios coincidieron en que les apetecía jugar a todos menos a.
-Bueno –dijo la premura -¿A qué jugamos?
-No sé –respondió la indecisión encogiéndose de hombros.
-Podríamos jugar al escondite –propuso la imaginación.
El entusiasmo bailó secundado por la euforia, la alegría dio tantos saltos que termino por convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar: La verdad prefirió no esconderse, para que?, si al final siempre la encontraban; y la soberbia opino que era un juego muy tonto pero en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya; la cobardía, la cobardía prefirió no arriesgarse y la discordia se alejó refunfuñando.
-¡Vale! Yo cuento –dijo la locura.
Y se puso a contar como sólo la locura sabe “uno, tres, perro, nueve, dos mil, función, seis, catorce, estrella, palabra, palidez, dos, agua, cien…” y siguió contando mientras los demás se escondían. La mentira dijo: “me voy a esconder debajo de estas piedras”, pero mintió y se escondió debajo del lago. La fidelidad se escondió detrás de un hermoso arce y junto a ella se escondieron los celos, por temor a que alguien tocase a su compañera. Detrás de un enorme olmo se escondió la fuerza, mientras que la ligereza lo hacia detrás de unas cañas. La paz se escondió detrás de un olivo y la cólera se camufló en la cola de un escorpión. La caridad, que se había escondido detrás de un avellano, cedió su puesto a la indecisión, a la que ningún lugar le parecía apropiado para ocultarse.
Por ultimo, sólo quedaba el amor, ¿dónde me escondo, dónde me escondo?, se preguntaba, y al final se escondió dentro de un palo de rosa. Mientras los demás se escondían, la locura seguía contando “doce, chocolate, la la la, madre, ¡ya voy!” y comenzó a buscar a sus amigos.
Cuando la locura se dio la vuelta, se encontró con la pereza, que se había quedado junto al árbol donde contaba la locura por no moverse, después encontró a la violencia, que había señalado su paso con un rastro de hierba quemada y palomas muertas. Uno a uno todos los vicios y todas las virtudes aparecieron bajo la mirada inquisidora de la locura. La torpeza, que se había escondido sobre las alas de un pato, se cayó cuando la locura pasaba a su lado y también fue descubierta.
Al final, y después de haber encontrado a todos los demás, sólo quedaba el amor, pero nadie conseguía encontrarle. Buscaron entre las piedras, pero no estaba; buscaron en los riachuelos, pero no estaba. Incluso buscaron en el sol y las estrellas, pero allí tampoco estaba el amor. Al final, cuando la locura ya daba por perdido el juego, la traición se acercó y le dijo al oído susurrando “el amor está escondido en la rosa”. La locura comenzó a dar saltos de alegría y, con un cuchillo que le tendió la crueldad, empezó a apuñalar el palo de la rosa -¡sé que estás ahí!, ¡sé que estás ahí!- gritaba la locura, mientras acuchillaba una y otra vez el suave tronco. El amor salió gritando de dolor. La sangre cubría su rostro y las marcas de dos cuchilladas ocupaban el lugar donde antes estaban sus ojos. El amor se había quedado ciego por los golpes de la locura. Todas las virtudes y todos los vicios comenzaron a llorar por la ceguera del amor, pero no consiguieron sanar sus ojos muertos sin poder derramar una lágrima. Pero pronto la locura encontró una solución. Estas fueron las palabras que pronunció: “no te preocupes amigo amor, porque aunque te hayas quedado sin ojos, no te has quedado sin vista. Yo seré a partir de ahora tus ojos y te diré en que corazones tienes que posar tus suaves besos y donde tienes que dirigir tus flechas. Coge mi mano y pasearemos siempre juntos”.